![]() ![]() Presidente cepaec, Director revista Primacía Editorial Junio 2016 El estado, claro depende del estado o de los votos, de todas formas siempre es el estado de ánimo cuando uno decide empezar a escribir y más aún si es para una editorial, en un medio mensual donde los acontecimientos marcan infinidad de conductas que en consecuencia se debería hacer referencia, que de algún amanera por alusión, o elusión pretendo disuadir y difuminar hacia otros espacios donde otros acontecimientos arropan los colores del arcoíris. Siempre me pasa lo mismo, si no digo nada, de nada ni contra nadie, seguiré almacenando editoriales recordando el inseparable Víctor, que siempre está en la lucha de seguir contra corriente y mantener que (uno solo no puede cambiar esto, pero si te apuntas tú, sí, porque ya somos dos…) Sera que el Post-Pánico pretende adentrarse en mis escritos y como antaño, otra realidad sumerge sobre la realidad y crea incertidumbre provocada en medio de esta nueva estructura que han o hemos creado, o nos han traído o nos han llevado, pero la verdad es que estamos en un momento crítico, tan crítico, que es mejor no decir nada para no caer en la frustración. Volar sobre las flores que lleven más polen, comer las flores más verdes como el burro viejo, acariciar un leve segundo que habite la calma y sonreír, de que al menos ese segundo esta y ha llegado, has puesto tu granito dibujando el espacio con tus propios colores, dando vida al entorno que has querido crear, y has podido crearlo tal como nació de ti, tal como te lo aportaron los demás, sin más ni menos que el estado de animo personal. Olvidar los olvidos ajenos y no mirar atrás, porque ya forma parte del pasado y el pasado solo representa lo que uno ha hecho, no lo que se hará, ver este otoño las hojas caídas y por caer y pensar, o primavera, dichosa primavera que verdes hojas nuevas han de brotar y crecer. Mirar a las estrellas en la noche y disfrutar de las que están sin pensar en las que se han ido. Pretendo no combinar palabras mal usadas, corregir con la mente los errores de la ortografía, utilizar seudónimos, que no señalen a nadie, andar descalzo desnudo, al aire libre, entre las masas sin ser visto, para que no me tachen con pintura los renglones que faltan a mis faltas y que no puedo ver. Jesús Pérez Marqués |