Se rinde a ella desde una silla en la sombra y, acompañado de su hija y un sencillo caballito de juguete, se confiesa entre llantos flamencos y palabras desgarradas.
Toda una oda al paso del tiempo, a la nostalgia de aquella otra vida que quedó atrás pero que vuelve a tomar forma cada vez que volamos hasta ella en forma de recuerdos. Campello lo hace como mejor sabe: a corazón abierto, con la pasión en su lírica y una guitarra.
“Entre mil historias” es el antes y el ahora de este camino de sueños que ya hace muchos años andamos, lleno de canciones que el tiempo no dejo atrás y otras que recién nacieron y ya quieren caminar. Mil recuerdos de chiquillo, una aguja en un pajar, amigos con sus guitarras haciendo palmas y compas, tambores de cuero y hierro y lagrimas con sabor a sal, quedan muchas más historias, están son mil nada más, las tendrás que leer, las tendrás que escuchar.
Redacción primacía.