Podría ser una nana, o una canción de cuna
O una reflexión para las dudas
Jesús Pérez Marqués
Si acabas de nacer como vas andar
si necesitas de los demás para vivir
si aún no sabes si quiera lo que es la vida
y solo quieres vivir, sobrevivir
y amar a quien te ama y te cuida
siendo lo que te da confianza en la vida.
Podría ser una nana, o una canción de cuna
O una reflexión para las dudas.
Tú me dices que sí y es que no
Yo te digo que no y es que sí.
Y entre el quiero y no puedo
y el puedo y no quiero
Hay un abismo.
La vitamina C, el calcio, o el próximo
que pase por tu lado guardando las distancias
para salvaguardar su estancia o la tuya.
Un niño no sabe de eso, duerme, llora, sonríe
espera su comida, sus mimos y caricias
y es feliz con lo puesto y con lo que ha venido
Quiere vivir la vida y vivirla como niño.
Podría ser una nana, o una canción de cuna
O una reflexión para las dudas.
Las nanas de la cebolla o el niño yuntero
Cuál de los dos fue primero
en llorar las desgracias de lo ajeno.
Si entre rejas esperamos la sentencia
sin saber ni siquiera quien nos la ha impuesto.
Propia o ajena, justa o injusta
Quien pone el dedo sobre la culpa.
Distancia, tiempo, edad, hipocresía, maldad.
Confinamiento, libertad.
Me costa que ha sido de la mejor manera
Si había que parar, no vale con echar balones fuera.
Ni repetir los mismo para seguir igual
tierra sobre la tierra para enterrar la niebla
El que muere se va y regresa sabiendo sin saber
lo que le espera, un ajuste parcial sobre la rueda
que ha de girar quiera o no quiera.
Mejor termino esto con un poema
Toque con un dedo tu ala herida, querías volar
y dos besos te di para que sanara y un inmenso jardín
y un cielo azul, mirando al horizonte, el mar desde la orilla hasta la lejanía
te ice ver el sol y un nuevo día y tú me dijiste, necesito mis pastillas
no puedo ver si las deje en el cuarto o en la cocina.
Yo quise que sanaras de verdad para poder volar sin miedos sin alas sin mentiras
Que un beso y la esperanza son compatibles con la medicina y las normas impuestas
Si alimentas tu alma con tus sentidos encontraras la forma de salir volando
si dejas que el niño juegue contigo, él estuvo primero abriéndote el camino
y era feliz soñando sin importarle el ruido.
Como siempre es, como siempre ha sido
Luego viene el después y aunque no lo sepa nadie
Ya estaba escrito.
Jesús Pérez Marqués