HABLANDO DE OTRA COSA
Tú no tienes la culpa, y te creo
Prueba de ello es que estoy escribiendo de ti
Y tú, sin saberlo.
Que te quejas del pan, del vino, de los zapatos viejos,
de los trastos guardados que no sirven y lo
que necesitas para seguir no tienes tiempo, ni dinero.
Un amor que tuviste le dijiste: Si me quieres no me llames más
Y al que esperas, lo pintas tan bello, tan perfecto que no
encuentras la persona ni el momento ideal.
Sigues igual, almacenando quejas y sueños
abandonando al niño que fuiste a
tu alma, tus verdaderos deseos.
Y te encuentras con la vida peleando sin saber si quiera
quien es el enemigo que te está dañando, mermando
tus sentidos y tus anhelos para no ver la luz que llevas dentro.
Mirando por un lado solo lo negro y en el otro lado
un blanco siniestro sin futuro y sin cielo.
Un lápiz o pincel es lo que necesitas para encontrar otro sentido.
Si a lo negro le pintas puntos blancos
veras estrellas como en la noche para seguir andando.
Si a lo blanco le dibujas un camino y al final una casa
con tu destino, pondrás soles, jardines flores, cielos
para adornar tu estancia con lo más bello.
Y me dirás, y ahora porque me hablas de esto…
Y te diré, porque si no alimentas tu alma
Como quieres que este bien tu cuerpo y tu cerebro.
Si yo cuando me acuerdo de ti, solo pienso
en el amor que recibí y te di por conocernos.
Hemos dejado de lado, el lado que quieren borrar, si consiguen que no lo mires, hasta te olvidaras de quien eres y a dónde vas. YA ESTARAS o talvez ya estas.
Jesús Pérez Marqués